
Según los prelados madrileños, "una vez más, el terrorismo ha marcado con su huella a la sociedad española" con este último "crimen cruel", que "ha acabado con la vida de un ser humano, imagen y semejanza del Creador, y cuyo asesinato constituye un gravísimo pecado".
Asimismo, mediante un comunicado, condenaron "esta acción contra la vida y la libertad", al tiempo que recordaron "que el terrorismo es un No radical a la ley de Dios y a lo más fundamental de la dignidad de la persona humana".