
La disputa surgió después de que el observador permanente del Vaticano en las Naciones Unidas dijera a una agencia de noticias católica francesa que la Santa Sede se iba a oponer a la resolución, que Francia tiene previsto proponer más tarde este mes en nombre de los 27 miembros de la Unión Europea.
Franco Grillini, fundador y presidente honorario de Arcigay, el grupo líder de derechos homosexuales de Italia, dijo que el razonamiento del Vaticano tiene un deje de "total imbecilidad y locura".
El diario italiano de centroizquierda La Repubblica dijo en un editorial que la posición del Vaticano "deja a uno estupefacto" y Margherita Boniver, prominente líder del Partido Democrático de izquierda, la llamó "sorprendentemente anacrónica".