
En la Iglesia son conscientes de ellos. La jerarquía católica ha tachado esta marcha de “inoportuna e irresponsable”. Por su parte, los responsables de organización de la JMJ aseguran que la manifestación antipapa está convocada por gente intolerante que busca visibilidad.
Lo que si parece seguro es la celebración de una besada de gais, lesbianas y transexuales en las inmediaciones al recorrido del Papa. Liderada con cierto secretismo por los principales colectivos homosexuales, con esta besada se pretende denunciar la homofobia del Papa y la jerarquía católica.
fuente: EL PLURAL.COM