Dirige los destinos de la pequeña parroquia de un pequeño pueblo de Madrid, pero en sus ratos libres el Padre Fortea se dedica a realizar exorcismos.
Confiesa no haber elegido su profesión, algo ingrata, sino haber sido elegido. Ahora cuenta todos sus encuentros y desencuentros con el demonio en un libro, Memorias de un exorcista (ediciones mr), que acaba de salir a la venta. Lo entrevista Nacho Gay en Elconfidencial.